Mirar hacia adentro: el viaje imprescindible de quienes cuidan y lideran
Hace poco tuvimos el privilegio de facilitar el taller Viaje al Interior para un líder político, una persona comprometida con transformar realidades desde lo colectivo, pero también dispuesto a mirar hacia adentro y reconocer que el verdadero cambio empieza por uno mismo.
En ese espacio, propusimos una pausa. Respirar. Escuchar. Preguntarnos: ¿desde dónde estamos actuando? Porque en el ejercicio político —como en cualquier forma de liderazgo— la urgencia y la responsabilidad pueden alejarnos del centro, de la fuente de propósito que da sentido a lo que hacemos.
Como dice Otto Scharmer, “el éxito de nuestras acciones para cambiar el mundo no solo depende de lo que hacemos o de cómo lo hacemos, sino del espacio interior desde donde actuamos”. Esta frase nos acompañó durante el taller, recordándonos que la transformación social comienza por la transformación interior.
Cuidar el adentro importa. El estado interior de quienes lideran y cuidan es una prioridad estratégica, no un lujo. Un líder en equilibrio puede tomar decisiones más conscientes, sostener vínculos más sanos, y proyectar un futuro más humano.
En el taller exploramos nuestras fortalezas, reconectamos con las fuentes de felicidad, y nos hicimos preguntas esenciales: ¿qué deseo para mí, para los que amo, para mi comunidad? ¿Cómo me estoy cuidando para seguir cuidando?
La psicología positiva, el pensamiento sistémico y la Teoría U nos invitaron a cambiar la narrativa: no sólo enfocarnos en lo que falta o duele, sino también en lo que ya está, en lo que nos inspira, en lo que es posible.
Porque solo con el corazón se puede ver bien. Cuidar el adentro es cultivar presencia, propósito, y capacidad de transformación. Porque sólo con el corazón se puede ver bien, como decía el Principito. Y ese corazón, ese mundo interno, necesita atención, descanso y escucha.Y para que ese corazón siga latiendo fuerte al servicio de lo público, necesita ser cuidado.
Mirar hacia adentro es también un acto político. Un compromiso con una forma de liderazgo más presente, más consciente, más regenerativo.
Muchas veces olvidamos que nuestras decisiones, nuestras relaciones y hasta nuestra energía, emergen de nuestro estado interno.
Liderar y cuidar son roles que demandan entrega, empatía y visión. Pero nadie puede dar desde el vacío. Por eso es urgente sostener espacios para mirar adentro, escuchar nuestra sabiduría interna, y reconectar con lo que nos hace felices.
Mirar hacia adentro no debería ser un lujo, sino una necesidad. Especialmente para quienes están al frente de procesos sociales, comunitarios o familiares. Porque cuando el líder se cuida, su comunidad florece. Cuando quien cuida está en equilibrio, el cuidado se vuelve nutritivo.
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